¿Cómo era
cebra?
¿Qué pensó
cebra al principio?
¿Qué
remedio le recomendó tigre?
¿Podrías tu
decir el alfabeto al revés? Inténtalo.
¿Cómo se
llamaba la cerdita?
¿Cuál de
los remedios de los animales te parece más difícil de cumplir, cual el más
fácil?
¿Por qué
razón sele juntaban las rayas a cebra?
¿Dónde
vivía la señora pata?
¿Qué
deportes practican la cerdita y el cocodrilo?
¿Qué
piensas acerca de reírse de los demás?
Según
cocodrilo: ¿Por qué no dio resultado el remedio que le recomendó?
¿Cuál era
el remedio de la señora pata?
¿Cómo
regresaron las rayas a su lugar?
¿Qué hizo
cebra para el resfriado?
¿Qué haces
tú cuando estas resfriado?
LLEVEMOS A LA PRACTICA
Instalaciones:
Patio- zona
verde- cancha de baloncesto.
los niños
tendrán la oportunidad da realizar todas las actividades que los amigos de
cebra le recomendaron para eliminar el hipo.
Busco en el diccionario las siguientes palabras y
escribo su significado
digno
hipo
alfabeto
respiración
murmurar
gemir
estropear
cómico
alboroto
susurrar
susto
tiritar
estornudar
resfrió
Los alimentos que incluimos en la dieta
influyen en el funcionamiento de nuestro organismo y, en especial, en el
sistema inmunitario. De hecho, una alimentación sana, variada y nutritiva ayuda
a fortalecer las defensas naturales del cuerpo para enfrentar las agresiones externas.
En el caso de los pequeños, es importante asegurarse de que hagan 5 comidas al
día, comenzando por un buen desayuno que les proporcione la energía que
necesitarán a lo largo de la jornada.
Disminuir el consumo de alimentos azucarados:
el riesgo aumenta si se toman con frecuencia, entre las comidas o en formas que
hacen que permanezcan en la boca durante más tiempo, como son bebidas
azucaradas o alimentos pegajosos o de textura blanda.
La base fundamental de su dieta deben ser las
verduras, las frutas, los lácteos, las legumbres, las carnes blancas y el
pescado. Debes evitar los alimentos con grasas, exceso de azúcares y sal, así
como las gaseosas y todo tipo de bollería industrial. Además, como las
necesidades nutricionales de los niños son diferentes a las de los adultos ya
que están en pleno crecimiento, debes asegurarte de que su dieta sea rica en
minerales y vitaminas, sobre todo vitaminas C, B1, B6 y D.
En la actualidad existen enfermedades
potencialmente graves como la rubéola, la papera, la poliomielitis, la
tosferina y la difteria que se pueden prevenir si cumples el calendario de
vacunación del niño. Básicamente, en el calendario de vacunación están
recogidas todas las vacunas y las reactivaciones que se deben aplicar durante
la infancia.
Vale aclarar que no solo es importante que tu
hijo se ponga todas las vacunas indicadas en el calendario, sino que lo haga en
las fechas previstas. Ten presente que las vacunas activan la producción de
determinados anticuerpos a edades específicas, por lo que no vacunar al niño o
hacerlo fuera de la edad establecida puede implicar un aumento del riesgo de
enfermar.
Dormir las horas necesarias no solo permite que
el niño descanse y recupere fuerzas, sino que también mejora su capacidad de
aprendizaje, de atención y fortalece el sistema inmunitario. Los adultos
necesitamos dormir alrededor de 8 horas, pero los niños necesitan más tiempo
para recuperarse y descansar. Por ejemplo, un niño de 2 a 4 años debe dormir
alrededor de unas 11 horas, mientras que un pequeño de 8 o 9 años necesitará
dormir entre 9 y 10 horas.
No obstante, tan importante como el descanso
nocturno para fortalecer el sistema inmunitario, es la siesta. Gracias a esta,
el niño recuperará la energía perdida en la mañana y acopiará fuerzas para el
resto del día. Por lo general, no es necesario que el niño duerma muchas horas
por la tarde, dos o tres horas será suficiente, aunque esto depende de cada
pequeño pues algunos solo necesitan media hora de sueño profundo.
Pídele que se lave las manos varias veces al
día, sobre todo antes de comer y después de ir al baño.
Secarse las manos concienzudamente, durante al
menos 20 segundos, para eliminar las bacterias.
Intenta que pase gran parte del día al aire
libre, lejos de las aglomeraciones, e incítalo a practicar ejercicio físico.
Explícale que no debe llevarse las manos a la
nariz, la boca o los ojos, ya que de esta forma introduce las infecciones en el
cuerpo.
En la medida de lo posible, evita que entre en
contacto directo con otras personas o niños enfermos, sobre todo en espacios
cerrados.
Ventila todas las habitaciones de la casa,
sobre todo su cuarto, para renovar el aire.
Lava sus juguetes, sobre todo si se trata de un
niño pequeño, ya que estos tienen la costumbre de metérselos en la boca.
No le lleves al colegio si está enfermo pues
así evitas que contagie a sus compañeros.
Al estornudar, debe hacerlo siempre en un
pañuelo de papel, para que los virus no se dispersen ni se le queden en las
manos, de donde pueden pasar a cualquier objeto. Y es que los virus mueren
rápidamente fuera del cuerpo, pero pueden sobrevivir en los picaportes de las
puertas, grifos, interruptores de la luz y otras superficies por más de 72
horas.
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