lunes, 20 de mayo de 2019

ACTIVIDADES CUENTO CEBRA TIENE HIPO



¿Cómo era cebra?
¿Qué pensó cebra al principio?
¿Qué remedio le recomendó tigre?
¿Podrías tu decir el alfabeto al revés? Inténtalo.
¿Cómo se llamaba la cerdita?
¿Cuál de los remedios de los animales te parece más difícil de cumplir, cual el más fácil?
¿Por qué razón sele juntaban las rayas a cebra?
¿Dónde vivía la señora pata?
¿Qué deportes practican la cerdita y el cocodrilo?
¿Qué piensas acerca de reírse de los demás?
Según cocodrilo: ¿Por qué no dio resultado el remedio que le recomendó?
¿Cuál era el remedio de la señora pata?
¿Cómo regresaron las rayas a su lugar?
¿Qué hizo cebra para el resfriado?
¿Qué haces tú cuando estas resfriado?

LLEVEMOS A LA PRACTICA

Instalaciones:
Patio- zona verde- cancha de baloncesto.
los niños tendrán la oportunidad da realizar todas las actividades que los amigos de cebra le recomendaron para eliminar el hipo.

Busco en el diccionario las siguientes palabras y escribo su significado
digno
hipo
alfabeto
respiración
murmurar
gemir
estropear
cómico
alboroto
susurrar
susto
tiritar
estornudar
resfrió






















Los alimentos que incluimos en la dieta influyen en el funcionamiento de nuestro organismo y, en especial, en el sistema inmunitario. De hecho, una alimentación sana, variada y nutritiva ayuda a fortalecer las defensas naturales del cuerpo para enfrentar las agresiones externas. En el caso de los pequeños, es importante asegurarse de que hagan 5 comidas al día, comenzando por un buen desayuno que les proporcione la energía que necesitarán a lo largo de la jornada.
Disminuir el consumo de alimentos azucarados: el riesgo aumenta si se toman con frecuencia, entre las comidas o en formas que hacen que permanezcan en la boca durante más tiempo, como son bebidas azucaradas o alimentos pegajosos o de textura blanda.
La base fundamental de su dieta deben ser las verduras, las frutas, los lácteos, las legumbres, las carnes blancas y el pescado. Debes evitar los alimentos con grasas, exceso de azúcares y sal, así como las gaseosas y todo tipo de bollería industrial. Además, como las necesidades nutricionales de los niños son diferentes a las de los adultos ya que están en pleno crecimiento, debes asegurarte de que su dieta sea rica en minerales y vitaminas, sobre todo vitaminas C, B1, B6 y D.
En la actualidad existen enfermedades potencialmente graves como la rubéola, la papera, la poliomielitis, la tosferina y la difteria que se pueden prevenir si cumples el calendario de vacunación del niño. Básicamente, en el calendario de vacunación están recogidas todas las vacunas y las reactivaciones que se deben aplicar durante la infancia.
Vale aclarar que no solo es importante que tu hijo se ponga todas las vacunas indicadas en el calendario, sino que lo haga en las fechas previstas. Ten presente que las vacunas activan la producción de determinados anticuerpos a edades específicas, por lo que no vacunar al niño o hacerlo fuera de la edad establecida puede implicar un aumento del riesgo de enfermar.
Dormir las horas necesarias no solo permite que el niño descanse y recupere fuerzas, sino que también mejora su capacidad de aprendizaje, de atención y fortalece el sistema inmunitario. Los adultos necesitamos dormir alrededor de 8 horas, pero los niños necesitan más tiempo para recuperarse y descansar. Por ejemplo, un niño de 2 a 4 años debe dormir alrededor de unas 11 horas, mientras que un pequeño de 8 o 9 años necesitará dormir entre 9 y 10 horas.
No obstante, tan importante como el descanso nocturno para fortalecer el sistema inmunitario, es la siesta. Gracias a esta, el niño recuperará la energía perdida en la mañana y acopiará fuerzas para el resto del día. Por lo general, no es necesario que el niño duerma muchas horas por la tarde, dos o tres horas será suficiente, aunque esto depende de cada pequeño pues algunos solo necesitan media hora de sueño profundo.

Pídele que se lave las manos varias veces al día, sobre todo antes de comer y después de ir al baño.
Secarse las manos concienzudamente, durante al menos 20 segundos, para eliminar las bacterias.
Intenta que pase gran parte del día al aire libre, lejos de las aglomeraciones, e incítalo a practicar ejercicio físico.
Explícale que no debe llevarse las manos a la nariz, la boca o los ojos, ya que de esta forma introduce las infecciones en el cuerpo.
En la medida de lo posible, evita que entre en contacto directo con otras personas o niños enfermos, sobre todo en espacios cerrados.
Ventila todas las habitaciones de la casa, sobre todo su cuarto, para renovar el aire.
Lava sus juguetes, sobre todo si se trata de un niño pequeño, ya que estos tienen la costumbre de metérselos en la boca.
No le lleves al colegio si está enfermo pues así evitas que contagie a sus compañeros.
Al estornudar, debe hacerlo siempre en un pañuelo de papel, para que los virus no se dispersen ni se le queden en las manos, de donde pueden pasar a cualquier objeto. Y es que los virus mueren rápidamente fuera del cuerpo, pero pueden sobrevivir en los picaportes de las puertas, grifos, interruptores de la luz y otras superficies por más de 72 horas.

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