TEO, EL ESPANTAPÁJAROS
Esta es la
historia de Teo, el espantapájaros, que vivía triste y aburrido en el campo
vigilando las cosechas de D. Macario, el amo más estrafalario.
Teo durante
el día se calentaba al sol y por la noche mucho frío tenía. Por ello, D.
Macario le había vestido con el viejo y arrugado traje de su boda: pantalones a
rayas grises y negras, chaqué con largos faldones y sombrero de copa.
Así pasaba
el tiempo hasta que un día apareció en el campo una hermosa niña que,
acercándose a Teo, le miró y se sentó a su lado.
Al poco
rato se presentó: —
¡Hola! Soy
Sabrina
y si tú quieres seré tu amiga.
pero antes
dime: ¿por qué tienes unos brazos tan largos?
Teo, el espantapájaros soy
y para
poder cumplir mi misión de largos brazos dotado estoy.
¿Por qué tienes unas piernas tan cortas?
Anclado
estoy, no necesito caminar,
ni con las
piernas espantar.
¿Por qué llevas una chaqueta tan larga?
Se llama
chaqué
y traje de novio fue.
Ahora con estos faldones espanto
y a los
pájaros dejo sin canto.
Una niña de
mi pueblo con un lobo disfrazado se encontró y casi se la comió….
—No soy un
lobo feroz,
sólo un
espantapájaros que pasa un calor atroz
todo el día
al aire y al sol.
Así
siguieron hablando mucho rato hasta que se hizo de noche y Sabrina se despidió:
Adiós Teo, tu amiga seré
y todos los
días te veré.
Desde este
feliz encuentro Teo ya no ha vuelto a estar triste y aburrido. La amistad de
Sabrina ilumina el día y por la noche, cuando solo se queda, mira las estrellas
y les cuenta cómo la niña le aceptó a pesar de su desproporción: largos brazos,
cortas piernas y la penosa obligación de asustar a los pájaros sin compasión.
Y colorín,
colorado… este espantapajarimaravilloso cuento se ha acabado.
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